Un tema que me mueve presentar en mi trabajo es descontextualizar lo obvio, jugar con el imaginario de las personas y sus referencias visuales para darle otra perspectiva del mismo entorno o contexto, que se dude de la familiaridad de lo conocido y se inicie un proceso de reconocimiento.

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Esto lo presento a través de fotografías en blanco y negro, pues elementos que antes habían pasado desapercibidos ganan relevancia sobre otros por la ausencia de color y la presencia de fuertes contrastes entre luces y sombras. Estos contrastes resaltan profundidades y volúmenes que opacan lo familiar del entorno y dan otra lectura a un espacio que se vuelve confuso para el observador, porque, aunque es familiar no es lo que se espera, hay una incoherencia en el imaginario.